!Hola apreciado amigo! Soy Nancy Martínez y quiero darte la bienvenida a Cuida tu Viña. Quiero comenzar contándote una historia que está en el libro de primera de Reyes, capítulo 21, donde un hombre llamado Nabot tenía una hermosa viña, pequeña pero muy bien cuidada, muy bonita. Resulta que esta viña estaba cerca al palacio del rey Acab.
El rey Acab tenía grande extensión de terreno, cultivando sus viñas, y un día el rey Acab en su castillo, por el balcón mirando todo su territorio, vio esta pequeña viña de Nabot y la vio muy bonita y quiso comprarla. Y fue y habló con Nabot, y le dijo que le vendiera su viña, pero Nabot no quiso, porque esa era su herencia.
Sus padres se la habían dejado como herencia y él amaba su viña. Era lo único que tenía y no la quiso vender.
Con esta historia quiero decirte que tú también tienes una viña como Nabot. Todos tenemos una viña que cuidar, y esa viña es nuestra familia, nuestra heredad.
En este contexto podemos ejemplificar que esa herencia ¡es nuestro esposo o esposa! ¡Son nuestros hijos! Pero muchas veces a nosotros nos pasa como a Nabot de pronto envidiamos la viña que tiene otro y muchas veces dejamos de valorar lo que tenemos, de agradecer lo que tenemos y dejamos de disfrutar lo que tenemos, por envidiar y anhelar lo que tiene otros.
Porque lo vemos más bonito, más grande, más nuevo empezamos a envidiar a esa persona, esa amiga, ese vecino, porque tiene una familia más linda que la mía, hijos más obedientes, esposa o esposo más joven, más exitosos y sentimos envidia y deseo lo que tienen ellos.
Cuando nosotros envidiamos lo que tienen otras personas, vamos a sentirnos insatisfechos, dejamos de disfrutar lo que tenemos por anhelar lo que no tenemos y nos mentimos a nosotros mismos. Porque vemos a los demás, y vemos ¨todo lo que viven es tan bonito y maravilloso¨ que creemos que ellos viven perfectamente, que no tienen problemas. ¡Y en esto muchas veces las redes sociales tienen la culpa! ¿porqué? Porque en las redes sociales vemos a las familias felices, vemos la gente feliz viajando, disfrutando lindos momentos, mostrando cosas materiales nuevas etc… pero resulta que el 90% de lo que vemos en redes sociales no es realidad.
Todas las familias tienen problemas, todas las parejas tienen dificultades, entonces no debemos de envidiar, por lo que vemos, no debemos desear lo que tiene el otro, porque vamos a sentir insatisfacción. Vamos también a abandonar porque creemos que nuestra familia no vale lo suficiente. Eso nos puede llevar a caer en adulterio, podemos caer en malos negocios, porque como envidiamos y vemos que los otros tienen mejores casas, mejores carros, mejores cosas materiales. Entonces de pronto nos metemos en deudas y tomamos malas decisiones porque queremos la viña del otro, como hizo el rey Acab.
En este sitio queremos ayudarte con herramientas y consejos prácticos que te ayudarán en el cuidado de tu viña.
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Con cariño,
Nancy Martínez
Dios nos está llamando a reconocer nuestro pecado, a arrepentirnos de nuestra indiferencia para educar a nuestros hijos bajo la Palabra de Dios. Y si nos arrepentimos, entonces Dios escuchará nuestro clamor. Dios puede cambiar el camino de nuestros hijos. Dios puede hacer de ellos una nación bendecida y fuerte.
La mujer sabia construye su futuro, su hogar y a sus hijos, siempre está pensando en edificar, pero sabe que solo lo logrará con la ayuda de Dios y que no puede vivir tomando malas decisiones que puedan frenar sus bendiciones y que solo conseguirá construir su familia bajo la sabiduría y dirección de Dios.
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